22 enero 2007

CITRIC AWARDS

Mil gracias por vuestra generosa respuesta a nuestra llamada a contribuir con nuevas entradas al blog. Hoy comenzaremos con una idea de MªJosé (desde Gijón), quien propone que votemos democrática y civilizadamente para elegir las candidaturas ideales para recibir los Premios Naranja y Limón de la Promoción 1992-1997 de Filología Inglesa.
A la espera quedamos. Os sugerimos que, aunque lo obvio sería votar a personas para estos premios, nos decantemos más bien por votar la asignatura, el momento, el curso, el aula, el libro... no sé, cualquier cosa que queramos destacar como muy buena o muy mala de nuestro paso por el Milán. O al menos para el Lemon Award vamos a despersonalizar nuestras fobias y traumas profesoriles... pues seguro que sobre ellos recaería, jeje, y no queda descartado que se presentasen a recogerlo (y encima a soltarnos un discursito).
Esta votación permanecerá activa hasta la semana anterior al gran evento que nos reunirá de nuevo a todos. Podéis votar tantas veces como queráis, de manera anónima si así lo preferís. El Comité Organizador adelanta ya parte de sus votos:
- Premio Naranja a todos los amigos y compañeros que hicieron de nuestros años universitarios un eterno recurso en la memoria a cualquier tiempo pasado fue mejor.
- Premio Limón al impresentable que nos arruinó la primera Semana Cultural de Filología irrigando al público asistente a su concierto con el líquido elemento destilado por sus riñones y expulsado desde su vejiga.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo el premio limón se lo doy a las interminables horas de espera tirados por los pasillos del departamental esperando a que saliesen las notas de inglés (en especial las de inglés de tercero y cuarto).
Y el premio naranja para la antigua cafeta, sigo echándola de menos!!!

Anónimo dijo...

Premio limón: a las salas de ordenadores cerradas a cal y canto a los humildes estudiantes de a pie, el ruido de la cadena del WC, las asignaturas en tacos de fotocopias, los profesores intocables, el madrugón para coger el tren...
Premio naranja: la voz en off de la estación del tren de ovd, el pincho de tortilla calentito y el cafetín con leche, la pocha, el viaje a Ampurias, dejarnos todos los apuntes, los amigos y las risas...

Anónimo dijo...

Premio Naranja: a la máquina de café del departamental, lugar de encuentro que ya quisieran haber tenido para sí los del Camera Café de ahora, jiji. Por la de horas que ante ella me pasé y la de amistades que allí se fraguaron.
Premio Limón: a la "Chula de la Pradera". Insigne bibliotecaria de tamaño reducido inversamente proporcional a su mala leche, que acudía masticando chicle a lo Clint Eastwood cada vez que le pedías un libro y había de ir a buscarlo con sus cortas extremidades al otro extremo (valga la redundancia) de la sala de lectura.

Anónimo dijo...

Premio Naranja: al Campus más bonito, en el que pasé una etapa genial e inolvidable de mi vida y el que me sigue trayendo tan gratos recuerdos cada vez que vuelvo, con todos sus defectos incluídos.

Premio Limón: A los bordes -en todos los ámbitos- que se creían con derecho a contagiar su mala uva (profesores, personal de administración, etc.). A los responsables del cierre de la cafetería. A los que han convertido el Foro (cafetería) en un antro-de-lenocinio/club/casa-de-señoritas-putas... o como queráis llamarlo: a mí me tocaba comer a veces allí y eso ha sido mancillar un recuerdo.

Anónimo dijo...

El miccionador era Jorge Explosión, subidito que se lo tiene el nene...
Premio naranja a las servilletas del Trece, con su reloj deforme..
Premio limón a la sala de estudio que siempre estaba llena de compases y calculadoras (..).

Anónimo dijo...

Premio naranja: a los de la cafeta que, a pesar de la cercanía de los lectores de las desventuras de Lady Bracknell, jamás me hicieron rodajas para meterme en un sandwich.
Premio limón: a todos aquellos a los que siempre les he importado un yo mismo.

Anónimo dijo...

Premio Naranja: al sastre de Juan Tazón por lo guapo que se paseaba a todas horas... ay, esos pantalones bien ceñidos a la alta cintura, y esa cazadorina de cuero con remache atrás!!!
Premio Limón: a los peluqueros del cuerpo profesoril femenino en su conjunto (excepción hecha de Isabel García y Marta Mateo, nunca despeinadas) por esos peinados tan demodé que lucían cual si en los felices 80 se hubiesen detenido la mayoría de ellas (excepción hecha de MªJosé Faedo que se detuvo en los albores del siglo XVII).

Anónimo dijo...

:)))
joer Boris, lo has clavao!!

Anónimo dijo...

Mi premio naranja va para los que crearon la Plataforma Anti-Cadena Dial en los Alsas, para lo que muchos firmamos un manifiesto tratando de impedir que nos atronasen a las 8 de la mañana con su dichoso sonsonete, jeje, me pareción el movimiento de liberación más simpático al que jamás me adherí.
Y mi premio limón, por supuesto, va para la empresa Alsa, por sus malos horarios, burdos modos, desplantes al campus, ausencia de verdadero abono de estudiante, y aquella insalubre estación bajo los edificios de General Elorza (por no hablar de la de Gijón).
Que venga Cosmen Adelaida a recogerlo, por favor!!!

Anónimo dijo...

Mi premio naranja es para Antonio Meilán, un profesor comprometido con sus alumnas, jeje, y mi premio limón va destinado a la altivez de algunos profesores del departamento de inglés como Coletes, Valdeón, Tazón y otros varios, que nos trataban como si fuésemos una mierda.

Anónimo dijo...

Premio Naranja al Bocatoni, que nos sirvió más comida en algunas temporadas que nuestras propias mamis.
Premio Limón a los exámenes orales de inglés, especialmente de tercero y cuarto, y a la cara de patata avinagrada que te ponían los profes para que tus nervios rayasen ya el paroxismo.

Anónimo dijo...

Premio fructis anticaspa al pelo de Ana Mateo, que a medida que llegaba el finde iba ganando en grasilla (se conoce que el viernes tocaba pelu y tal...).
Premio limón con tequila a los golpes (drinking, se entiende)que vimos distendían la musculatura de Rubén Valdés por Cimadevilla, acercándolo a la imperfección humana (la lingüística era demasiado poco terrenal..).
Premio fanta naranja a lo aprendí con las clases de Esther (aunque dictara mucho..).

Anónimo dijo...

Perdón, que la del pelo era Ana Ojea, no Ana Mateo... Y que he tenido que mirar el nombre en la orla??

Anónimo dijo...

Por cierto, qué hiciste con tu orla???
La mía reside en la caja donde nos la dieron, encima de un armario. El orlín lleva una vida ligeramente más pública, respira cuando abro mi carpeta de sobremesa. Mi madre, eso sí, tiene la pequeña enmarcada en el tocador..
Hale, premio naranja a mi madre, por las histerias que sorteó en épocas de exámenes...

Anónimo dijo...

Bueno, pues después de arduas deliberaciones, me he decantado por los siguientes candidatos para los premios "Critic Awards."
El premio naranja se lo otorgo a Mrs Patricia Shaw Fairman, por ser la profesora más influyente que tuve en la carrera. Aparte de hacer que me llegara a encantar la literatura medieval a través de sus clases magistrales, ella fue también mi coordinadora de Erasmus, por lo que gracias a ello tuve la oportunidad de tener algo más de contacto de lo habitual con ella, de lo cual estoy especialmente orgulloso. La verdad es que tengo que reconocer que mi relación con ella no empezó todo lo bien que uno puede esperar, pues tuve una anécdota bastante curiosa el primer día que nos dio clase en 3º. Al final de la clase, fui hasta su mesa a preguntarle sabe Dios qué e, inocente de mí, me dirigí a ella como "Patricia" simplemente (con toda mi ingenuidad). Su reacción: un simple y rotundo "DOÑA Patricia." Mi cara pálida, claro.
Y mi premio limón tiene que ir, sin ningún género de duda, a las maratonianas e ininteligibles clases de GGT de hora y media de duración que teníamos que librar por las tardes (creo que de los martes), después de habernos pegado el madrugón correspondiente para acudir a nuestro turno de mañana como cada día. Nunca me sentí tan perdido en ninguna fase de mi vida como en aquellas interminables sesiones, precedidas, menos mal, por los suculentos manjares con los que nos deleitaban en la cafeta.

Anónimo dijo...

Lo de la Generativa es cierto, sin embargo recuerdo el último día de clase, en que Escribano seleccionó el discurso a "modo terrenal" y de repente el curso hizo *click*

Anónimo dijo...

Yo me refería a las clases de Marisa. Las de Escribano no tuve el gusto o disgusto de catarlas.

Anónimo dijo...

Acabo de darme cuenta de que en vez de Citric Awards, escribí "Critic" Awards, Oooooopppssssss!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Sr. González Calvo, queda Ud. suspendido con carácter retroactivo de la asignatura de 4º de Lengua Inglesa. Habráse visto!!!

Anónimo dijo...

jejeje!! Sr. Valdeón, lamento comunicarle que mi cuarto año fue mi año Erasmus, por lo que no cursé Lengua Inglesa IV, así que nada de retroactividades. Sorry!!!

Anónimo dijo...

Naranja, a la tarta de chocolate del trece, a los poetas guitarreros de la cafeta, al solín en la cara del primer día de primavera, con la espalda al calor de la piedra amarilla, a los chistes internos de la santa casa, a las votaciones por la ampliación de las vacaciones (cuánto tendrían que aprender nuestros políticos de hoy día), al from lost to the river, a miguel limpiando el polvo de las plantas con un trapín, a las limpiadoras más majas de la historia de los edificios públicos...
Y limón, la verdad, ahora mismo no me acuerdo.

Anónimo dijo...

El limón se lo doy a aquellos alumnos de "los mayores" que en clase con Ruiz de la Peña en 1º se rieron de nosotros todo lo que quisieron con la novatada.
El naranja a todos mis compis por los buenos momentos que pasamos juntos. Se echan de menos los tiempos de universidad... que será que te olvidas de los atracones en junio a estudiar, la GGT, etc

Anónimo dijo...

Ya ha salido un par de veces lo de la novatada en clase de literatura de 1º, pero la verdad es que no me acuerdo para nada de en qué consistio semejante proeza, así que agradecería a quien lo recuerde que arrojara algo de luz.....

Anónimo dijo...

pues yo estoy casi en las mismas.. recuerdo vagamente a un estudiante de un curso superior que se sentó en la mesa y puede que se hiciera pasar por ruiz de la peña? no sé, a mí el de verdad me daba mucho más miedo... sólo recuerdo la sensación de que fue una novatada un poco "seudo", no? o tal vez me engaña la memoria..